El precio de la taquilla fue de dos pesos por
persona. La fecha: 12 de agosto de 1983. El lugar: Palacio de los
Deportes (todavía no era el Virgilio Travieso Soto). El partido: un
encuentro de fogueo entre los equipos de República Dominicana y Estados
Unidos que se preparaban para su participación en los Juegos
Panamericanos de Caracas, Venezuela.
Entre los visitantes, se
destacaba la figura de un habilidoso guard de quien se presagiaba
tendría una brillante carrera el baloncesto profesional de los Estados
Unidos. Esta vez los pronósticos no pudieron estar más acertados.
Vistiendo
la franela número cinco con las tres letras USA en el pecho estuvo
jugando en el país, hace hoy 30 años, el considerado mejor jugador en la
historia del basket: Michael Jordan.
“Todavía no era la figura
que fue porque apenas comenzaba, pero ya demostraba todas sus
habilidades”, dice Evaristo Pérez, quien tuvo ocho puntos y seis rebotes
en el partido que terminó con pizarra de 102-86 a favor de los
norteamericanos.
Añade Evaristo que “en ese grupo de jugadores que vinieron aquí habían varios que fueron NBA”.
Los
norteamericanos también incluían en su nómina a Mark Price, Sam
Perkins, Wayman Tisdale, Ed Pickney y Michael Cage. Dominaron fácilmente
el primer tiempo 51-38.
“Al entrar al Palacio parecían como unos
super héroes. Entraron como un ejército imponente y en el calentamiento
hicieron unos donqueos extraordinarios. Jordan hizo unos buenos de gran
salto y muchos malabares”, declara Vinicio Muñoz, quien lideró a los
criollos con 30 puntos en el encuentro.
Recuerda que el equipo de
USA realizó un juego rápido con jugadas bien sincronizadas. “Siempre nos
llevaban la delantera por más de 10 y 15 puntos. Jordan entraba y salía
con mucha frecuencia como casi todos. Fue un fogueo fuerte. Jordan hizo
un donqueo por encima hasta de los árbitros”.
Los dominicanos
jugaron mejor en el segundo tiempo que perdieron por solo tres puntos
(51-48). El dominio de los rebotes (49-20) fue clave para el triunfo de
los visitantes.
“Muchos recuerdan al más grande (Jordan), pero era
un equipo de 12 superestrellas, excelentes jugadores de la NBA. Y eso
que jugaron sin Patrick Ewing y Chris Mullin que estaban lesionados”,
agrega Héctor Báez, quien encestó 12 tantos en el partido.
Jordan
fue el mejor anotador por los ganadores con 19 puntos (13-8 desde el
campo, 4-3 en lances libres) con 6 rebotes y 3 asistencias. Price añadió
14, Perkins 13 con 11 rebotes, Jim Master marcó 10 y Tisdale agregó 9 y
9 rebotes.
Muñoz, con sus lances de larga distancia, lideró a los
criollos con sus 30 puntos, seguido por Winston Royal (17), Báez (12),
Frank Prats (10) y Pérez (8) con seis rebotes.
La nómina
norteamericana la completaban Greg Stokes, Leon Woods, Charlie Sitton y
Fred Reynolds. Jack Hartman era el dirigente con Bob Chipman y Lon
Krueger como asistentes.
Los dominicanos eran dirigidos por Pedro David Curiel con Sergio Abréu como asistente. Víctor
Hansen, Tony Sánchez, Edgar de la Rosa, Víctor Chacón y Pedro Leandro
Rodríguez también vistieron la franela nacional en el encuentro.
El
partido fue posible gracias a las gestiones realizadas por el
presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal),
Federico Lalane José y la Fundación Pro-Deportes Aficionados en la que
tenía un rol importante el periodista Miguel Guerrero.
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